El peróxido de hidrógeno es un compuesto químico que presenta innumerables usos, tanto en el ámbito industrial (agricultura, medicina, estética…) como en el doméstico (todos lo tenemos en nuestro botiquín casero de primeros auxilios en forma de agua oxigenada).
No obstante, conviene advertir que se trata de un producto muy potente y, si no se usa adecuadamente, puede resultar peligroso. Tengamos en cuenta que el peróxido de hidrógeno tiene como propiedad fundamental su alto poder desinfectante.
Pero ¿cuáles son los riesgos de usar el peróxido de hidrógeno de forma inadecuada? Vamos a verlo con más detalle.
Efecto irritante
En primer lugar, destacamos que, afortunadamente, el peróxido de hidrógeno se encuentra en bajas concentraciones (3-9%) en muchos productos, ya sea para usos medicinales o como blanqueador de la ropa o del cabello. Pero su uso inadecuado puede producir irritaciones en ojos, piel y vías respiratorias.
Quemaduras
En casos más graves, el peróxido de hidrógeno puede causar quemaduras, dolor y otros síntomas. No obstante, como hemos avanzado, en soluciones de baja concentración, las lesiones generadas se pueden tratar fácilmente lavando el área afectada con agua fría. En cambio, en casos que involucren soluciones con concentraciones más altas (por ejemplo, las fórmulas industriales contienen entre un 35 y 90% de peróxido de hidrógeno) pueden requerir asistencia médica de emergencia.
Reacciones químicas
El peróxido de hidrógeno reacciona con otros productos. Por ello, debemos asegurarnos de no mezclarlo con soluciones químicas como ácidos, alcalinos u otros oxidantes. De lo contrario, puede crear una reacción peligrosa e, incluso, explosiva. Y es que, al ser inestable y dada su rápida descomposición a oxígeno y agua con liberación de calor, también puede causar combustión espontánea cuando entra en contacto con materia orgánica o ciertos metales como el cobre o la plata.
Irritaciones gastrointestinales por ingesta
Finalmente, el peróxido de hidrógeno puede ser tóxico si se ingiere. De modo que si ocurre esta situación de forma accidental, es importante buscar atención médica inmediata.
En caso de soluciones de uso doméstico, que contienen concentraciones más bajas, la ingestión puede producir vómitos, irritación gastrointestinal o distensión gástrica. En concentraciones más altas, los síntomas son los mismos, pero también se pueden sufrir quemaduras internas de los tejidos expuestos. No obstante, la ingesta de soluciones aún más concentradas puede también producir pérdida del conocimiento seguido de parálisis respiratoria.
Como ves, hay muchos riesgos asociados con el uso de peróxido de hidrógeno. Por lo tanto, es importante que tomes precauciones para evitar cualquier lesión o enfermedad. Por todo ello, desde Solimix recordamos que sigas al pie de la letra las indicaciones del fabricante antes de utilizar una solución que contenga este compuesto químico.
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