Como especialistas en envasado industrial, en las siguientes líneas detallamos las tendencias en una actividad tan importante y presente en el mercado general como son los productos embolsados. Y es que si bien a principios de 2022 ya se predijo que la industria del envase y embalaje enfrentaría cambios profundos y de gran alcance, 2023 lo está materializando.
Entonces, ¿qué tendencias en el envasado industrial de productos embolsados se están consolidando? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!
Los consumidores esperan más sostenibilidad
Especialmente desde la irrupción de la pandemia en nuestras vidas, el comportamiento de compra dio un giro y, en consecuencia, se perfile una nueva generación de consumidores desde un prisma más práctico, pero también más sostenible. Y en los últimos años se han producido grandes cambios para el envase y embalaje en este sentido, donde el 83% de los consumidores ya están dispuestos a pagar más por un artículo embolsado sostenible, frente al 2010, donde dicho número apenas alcanzaba el 16%.
Leyes que materializan lo que la sociedad está demandando
Como hemos avanzado en otras entradas, recientes leyes como el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases está impulsando una tendencia hacia la circularidad de los envases y su sostenibilidad. Con esta ley se pretende reducir el consumo de envases y la reutilización, pero también la inclusión en el sector de materiales reciclables o sostenibles que, sin duda, están afectando a la forma de trabajar de envasadores, distribuidores y fabricantes.
Materiales compostables: soluciones cada vez más visibles en los productos embolsados
Seguro que ya has oído hablar del compostable, cuyas aplicaciones se están haciendo cada vez más visibles en productos alimentarios como las cápsulas de café, frutas y verduras y otros productos orgánicos. Pero también están adquiriendo relevancia en aplicaciones más complejas como las bolsas de fritos y frutos secos.
Hablamos de un material bioplástico de origen no fósil obtenido del almidón y/o del azúcar, cuyas ventajas más destacables son que es biodegradable y biobasado. Además, es desechable en contenedor orgánico. Y son cada vez más numerosas las compañías que apuestan por esa solución, no solo porque reduce la huella medioambiental, sino porque otorga imagen de marca, representando a quienes lo emplean para sus productos embolsados como empresas ecofriendly.
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